El grupo formado por el P. Carlos Moia, que es de quien hablamos, venía de dos experiencias pastorales en comunicación muy amplias.
En primer lugar, la revista “Pan y Trabajo”. Que nació desde el Santuario de San Cayetano de Liniers en Buenos Aires como un boletín del Santuario, a principio de los 70 llegó a tener 55.000 ejemplares y una real difusión en todo el territorio nacional.
La otra experiencia pastoral fue el armado y desarrollo de la campaña nacional del Cristo Peregrino, con ocasión del Congreso Eucarístico Nacional de 1984, celebrado en Buenos Aires. Se facilitó a las capillas, iglesias y parroquias de todo el país la tarea pastoral, mediante unas invitaciones radiofónicas y televisivas dirigidas a todos para acercarse a estos lugares a recibir la imagen. La difusión fue enorme y llego a la cifra de un millón de ejemplares y la vigencia como imagen de “El Cristo Peregrino”, entró en el corazón de nuestro pueblo y está viva, aun hoy, en la acción de la Iglesia Argentina
Por todo esto, el “Centro de Comunicación Nuestra Señora de Lujan” tenía grandes posibilidades de concretarse y sobre todo, que la tarea era firmemente evangelizadora en beneficio de los habitantes de nuestro país, especialmente los más olvidados y excluidos.
Así es como El Centro de Comunicación Nuestra Señora de Luján comienza sus actividades en 1986, ininterrumpidas hasta hoy. El primer equipo, entre otros, fue el P. Carlos Moia, Eduardo Grandin, Esteban Felgueras, Ana Maria Mendizabal, Ernesto Narcisi, Horacio Varela. Para esa primera etapa se realizó dos tipos de programas que denominamos “Rezando Juntos” y “Esperanza Nuestra”.
El primero tenía como temática el Evangelio del Domingo. Un formato donde la Palabra de Dios tuviera su lugar y fuese a la vez la compañía de las comunidades que no pueden tener una misa dominical o que alentara la profundización de la enseñanza evangélica de una manera amena y útil para la vida comunitaria. Estos programas tenían una duración de unos veinticinco minutos, de tal modo que pudieran ser ofrecidos sin tandas comerciales en el medio.
En el caso de “Esperanza Nuestra”. El programa era más corto, de unos doce minutos. En cuanto a los temas fueron pensados para distintos aspectos tanto pastorales (sacramentos, catequesis, las devociones populares), como sociales(vivienda, asociaciones barriales, cooperativas, asentamientos, la salud popular, etc.).
Cubrir una programación ambiciosa no era fácil, especialmente en lo referido a las temáticas. Con el tiempo nos animamos a realizar radioteatros seriados, que tomaban historias de distintas regiones del país, tales como “Historias de agua y pampa”, “Seis corazones junto al Paraná” o “El camino de Juan Sapito”. Con desarrollo dramático, algunos romances, amigos de viaje, algún enemigo, y todas aquellas cosas que tiene la vida de la gente, se va compartiendo la esperanza del pueblo, que siempre es religiosa, humana y solidaria.
Cuando el medio radiofónico nos exigió mayor velocidad, surgieron programas más cortos, como el ciclo “¿Te acompaño?”, destinado a los adolescentes y su entorno. Otro programa, fue “Cuentos de maestros”, que refleja la sabiduría popular que se forja en las comunidades educativas.
En el año 2007, el Presidente de la Conferencia Episcopal Argentina, Cardenal Primado Jorge Mario Bergoglio (hoy Papa Francisco), compartió un sueño con todos los que trabajan en el Centro de Comunicación Nuestra Señora de Luján. Tener sede propia. Ese día se bendijeron las nuevas instalaciones; el Cardenal alentó la misión evangelizadora de la productora y pidió al Señor y a la Virgen de Luján que siga bendiciendo este trabajo misionero en los medios de comunicación popular.
Retomando el compromiso de servir al Centro de Comunicación, el equipo se vuelve a reunir. Y, como nos tiene acostumbrados, nos exige nuevas ideas ante los desafíos de los tiempos. Internet. Aprovechando todo lo que pueda tener de útil, el Centro de Comunicación Nuestra Señora de Luján ha creado su propia página, en la cual tiene un archivo sonoro de programas grabados y listos para emitir.
Sin tener que pagar nada, cualquier emisora puede acceder a esta página, bajar los programas que desee y emitirlos en los horarios y días que crea conveniente. Es un servicio totalmente gratuito, para las radios o para personas inquietas, como nosotros. Pero las novedades no paran aquí, como decía el vendedor del colectivo: “como si esto fuera poco…”. Estamos armando nuevos servicios y nuevos formatos. Los programas, sin perder su carácter de radioteatro, van a tener contenidos que responden a las necesidades de los tiempos que corren.
Ese mismo año (2007) nació la idea de salir al encuentro de los comunicadores populares a lo largo y ancho del país. Queriendo compartir distintas experiencias, saberes y sobre todo conocer la fe popular en las distintas comunidades de nuestro territorio nacional. Así es como surgieron los Talleres de Radio de Producciones Lujan. Con dichos talleres hemos podido conocer distintas comunidades en Santiago del Estero, Entre Ríos, Corrientes, Salta, La Pampa, Neuquén, Formosa, La Rioja, Córdoba, Rio Negro y Buenos Aires. Obviamente nos quedan muchos lugares y personas por conocer. En eso estamos.
El Centro de Comunicación Nuestra Señora de Lujan, sigue con las convicciones que ha mostrado hasta ahora. En primer lugar, el anuncio del Evangelio, una palabra que es vida, salvación y liberación para todos los hombres, especialmente en favor de los más pobres. Hablamos de los adultos mayores, de los niños, de los que no tienen trabajo o un techo para cobijarse, de todos aquellos que están recibiendo apenas una comida diaria, de los enfermos y del inmenso número de hermanos marginados de la decencia y mancillados en su dignidad. De ellos aprendemos y a ellos pretendemos servir y amar. Queremos acompañar a las comunidades y estimular su formación, cualquiera sea la forma que tome, sea en las capillas, en la sociedad de fomento, en las escuelas, en las cooperativas, en los comedores y copas de leche, en los talleres, en las salitas de atención primaria de la salud, y tantas otras. Nadie se salva solo, ni por el propio esfuerzo ni individualmente.
Queremos rescatar y valorar el “interior” del país. Lo ponemos entre comillas, para que se entienda que no estamos hablando de una región, sino de una manera de encarar la vida, de todo aquello que sostiene firmemente la dignidad, el respeto y la libertad. Ese “interior”, que está en los pueblos de frontera, a orilla de los ríos, en la pampa o en la montaña, en la meseta patagónica, y también en el corazón de la gran mayoría que habita con dolor el conurbano de Buenos Aires, y de las grandes ciudades de nuestro país. La fe auténtica que esperamos encontrar con nuestra tarea en el Centro de Comunicación “Nuestra Señora de Luján” es nuestra esperanza.